Por: Juanita García Cantú, Coordinadora de Secundaria, Regio Contry
No cerremos los ojos a la realidad y hablemos claramente de la situación de violencia que se vive en el mundo, en todos los estratos sociales, en todas las edades, hombres, mujeres, niños, jóvenes, adultos y a nuestro planeta que es nuestra casa, también.
¿Quién de nosotros ha quedado ajeno a la violencia que se vive, ya sea en forma personal, familiar, en nuestro centro de trabajo, entre alumnos, en nuestra ciudad, en nuestro país? ¿Cuántas noticias nos llegan al día de guerra, problemas políticos que generan violencia, pandillerismo, problemas entre vecinos o compañeros de trabajo? ¿Cuántas veces hemos tenido que enfrentar y ayudar a solucionar problemas que se dan entre nuestros alumnos por la falta de tolerancia, armonía y aceptación?
Pareciera como si la sociedad se estuviera acostumbrando a vivir en y con violencia. Pareciera como si fuera normal ver familias que se agreden física y verbalmente y no pasara nada al igual que nuestros alumnos sean agredidos o agresores y ellos y nosotros lo viéramos normal como si nada pasara. ¡Sí pasa! Claro que pasa, pasa que hay seres humanos violentos, rencorosos, humillados, relegados y molestos por la situación que viven.
Queremos compartir contigo la experiencia de un proyecto que surge a raíz de la necesidad de todos, alumnos, maestros, padres de familia y comunidad en general de evitar conflictos y resolverlos con la no violencia.
En una evaluación realizada a 500 alumnos con edades de 12 a 16 años a fin de ciclo escolar se preguntaba ¿Cuál era el problema más grandes que ellos detectaban en la comunidad y en el cual pudiéramos dar respuesta desde nuestra institución? La respuesta fue generalizada contestando que la violencia es algo que preocupa y hay que atacar.
Como educadores lasalianos del Colegio Regiomontano Contry nos vimos en la necesidad de trabajar en un proyecto para construir una comunidad de paz. Una comunidad que viviera y transformara desde su persona al mundo. Una comunidad que busque la paz desde su interior para poder así ser ejemplo y dar testimonio que desde mi paz interior puedo provocar un cambio significativo.
Recibimos la invitación del Comité Norte de la UNESCO para asociarnos a escuelas que trabajan y educan en la paz e iniciamos el proceso de acreditación el cual llevará dos años desde que se hace la inscripción hasta que se entrega la certificación.
El objetivo del proyecto es educar a todos los miembros de nuestra comunidad educativa en la no violencia para una solución pacífica de cualquier tipo de conflicto, desde la paz interior, la comunicación, la tolerancia y el respeto.
El proyecto se trabaja con cuatro ejes en forma simultánea y estos son: La paz interior, la paz en la familia, la paz en la comunidad y la paz en el mundo.
Primero se realizó el anteproyecto, se envió a revisión. Ya con los ajustes se realizó el proyecto estableciendo justificación, objetivo, metas, estrategias, actividades, seguimiento, evaluación y plan anual de trabajo. Una vez que pasó la revisión se trabajaron 4 fases que fueron: Capacitación e investigación, motivación y sensibilización, aplicación del proyecto y evaluación.
Para los alumnos hay actividades como “Te invito un café para hablar de la paz”, “Concurso de fotografía de cómo se ve la paz”, “Jueces de paz” “Modelo de la ONU ”.
“Endulza tu volante” y “Hablando nos entendemos” van enfocados a buscar a nivel comunidad una convivencia en paz, un espacio de diálogo y comunicación.
Escribirlo es muy cómodo sobre todo cuando se tiene el proyecto a la mano y se va caminando en éste, pero soy consciente que el ejemplo arrastra y quiero compartir tres testimonios de lo que el proyecto ha logrado en cada uno de ellos:
Desde que comenzamos la organización del proyecto hasta la fecha, estuvimos de acuerdo que un proyecto así tendría que impactar desde el ejemplo en nosotros mismos, de ahí que se decidió el lema:”Hoy la Paz empieza por mi”, y con ello una serie de actitudes que nosotros como maestros teníamos comenzamos a cambiar y sobre todo a pilotear las actividades propuestas también en nuestra casa. Con esto se logró que el ambiente desde la coordinación de la secundaria cambiara nuestro trato hacia los muchachos, padres de familia y maestros, también ha sido notorio en nuestra coordinadora, porque ha sido la primera en aplicar las actividades que hemos propuesto en su casa, y que nos ha compartido lo mucho que ha logrado con su familia, el vivir en un ambiente de paz y cómo algunos de los problemas se han solucionado de manera pacífica, sin necesidad de llegar a los gritos o castigos ;también en el trabajo de la coordinación de secundaria ha cambiado, ya que hasta en las formas de llamarles la atención a los alumnos se ha evitado levantarles la voz y hemos optado por encontrar una solución pacífica hacia cualquier problema, cuando antes el regaño era inmediato y a veces sin dar oportunidad a los muchachos de dar una explicación hacia su comportamiento; con ello se ha cambiado mucho la imagen que tenían los muchachos de la coordinación, no solo refiriéndose a la Coordinadora sino también a nosotros los auxiliares y secretaria, ya que ahora más que otros años, los muchachos buscan aquí en la coordinación un consejo de cómo poder solucionar algún problema, sin necesidad de llegar a alguna agresión, o que piden ayuda de cómo solucionar por medio de un diálogo malentendidos no sólo entre sus compañeros, sino también con sus papás o maestros. Ahora tienen la confianza de que cuando cruzan la puerta de la oficina encontrarán ayuda o simplemente la disposición de ser escuchados y que esperan recibir algún consejo que les ayude a sentirse tranquilos con ellos mismos. Sinceramente ese tipo de vivencias son los que hacen que este proyecto sea en verdad efectivo, ya que la invitación que el Comité Norte de la UNESCO nos pide es que el proyecto tenga verdadero impacto, pero no solo por medio de actividades organizadas, o pancartas o frases bonitas, sino en nuestro diario vivir; que realmente desde nuestra conciencia podamos promover la paz que tanto necesitamos, porque podremos organizar muchísimas actividades para poder promover la paz, pero si no estamos convencidos de que la paz comienza con el ejemplo y lo hacemos, difícilmente cualquier propósito que hayamos planteado en este proyecto funcionarán, sólo viviendo en paz con nosotros mismos lograremos ser una “Comunidad de Paz”. Lic. Luz María Guerrero Mendoza, auxiliar coordinación.
En el proceso para ir realizando el proyecto nos hemos dado cuenta de que la paz es algo primordial en cualquier sociedad del mundo, desde la más sofisticada hasta la que está desarrollándose. En este proyecto de la UNESCO ese es el objetivo, pero no sólo es que te platique y que digas ¡sí que emocionante! y que bien te vas a sentir y promueves la paz, lo mas importante es actuar, hacer el bien, demostrar desde la edad mas pequeña que tu eres un hombre de bien, que te preocupas por los demás, hacer saberle a los demás que estas con el. Eso es la paz desde el mas pequeño e insignificante gesto de ayuda al prójimo estas promoviendo el bien y si tu haces bien y el otro también se hace una cadena de ayuda y si hay una persona que promueva el conflicto habla con el, demuéstrale que el conflicto solo lleva a mas conflicto.
He aprendido que no hay camino hacia la paz, la paz es el camino y que si tu eres una persona que no esta viviendo en un ambiente de paz hazlo saber exprésate no importa la edad; tenemos que romper el estereotipo de que solo los mayores decidan lo que ellos creen que es mejor para todos, también nosotros podemos hacer algo y es hora de actuar.
Muchas veces no se puede conseguir en paz por el conflicto, por la aferración a tus propias ideas y quieres que tus ideas o tu propuestas sean las que se impongan sobre las de los demás y solo se podrá llegar a la paz cuando aprendas compartas de las ideas de los demás y si lograrían juntar lo mejor de cada una de las ideas no habría un conflicto constante.
Este proyecto es un honor y espero que el que lea esto haga conciencia de lo que puede hacer y puede lograr si todos promovemos la paz.
No existe los conflictos, es la falta de paz
No existe la maldad, es la falta de Dios
Fernando Javier Morales Espinosa, alumno de Tercer Grado de Secundaria.
“Al ver la situación actual de la sociedad, es fácil caer en el desánimo y el pesimismo. La violencia ha permeado en todos los ámbitos y esferas de nuestra sociedad, tanto, que nos hemos acostumbrado a ella. Incluso le hemos puesto nombres para disfrazarla. Decimos que estamos jugando, cuando en realidad estamos peleando, por poner un ejemplo.
El trabajar en el proyecto de la paz, me ha dado la oportunidad de encontrarme con elementos interiores que me pueden ayudar a conservar la serenidad, especialmente en estos tiempos tan agitados y complicados. Me ha ayudado a pensar dos veces antes de actuar, y en ese sentido, ayudar más a mis alumnos a que sean más reflexivos, tolerantes e inclusivos.
Es fácil pensar que es poco lo que se puede hacer, pues la violencia está rebasando nuestros esfuerzos por un mundo más justo y equitativo. Sin embargo, al momento de trabajar en este proyecto, descubro que no estamos solos, sino que somos más los que anhelamos este mundo pacífico, que los que están en contra.
En suma, nuestros conocimientos sobre la materia han aumentado, pero especialmente, nuestras actitudes han cambiado. Somos ahora capaces de identificar lo que está mal y claro, denunciarlo con valentía. Éste para mí, ha sido el cambio más significativo en mi persona. Juan Carlos Huitrado, auxiliar Coordinación Secundaria.